jueves, 28 de julio de 2016

El humor y la amistad de los poetas Álvaro Paradela, naronés de adopción, y el ferrolano Mario Couceiro



A la derecha, Álvaro Paradela "escenificando" el papel de niñera, y Mario Couceiro que celebra la humorada,
en una reunión de periodistas. A la izquierda, el reportero ferrolano Andrés París Rico
Saben algunos, o bastantes amigos y amigas, que soy un humilde y fiel defensor de la figura de Álvaro Paradela Criado, médico, escritor, poeta, asiduo columnista de prensa, coruñés de nacimiento y naronés (Narón) de adopción, arrollado mortalmente por un coche en diciembre de 1979, cuando contaba 68 años de edad. Hoy voy a tratar de la relación de estrecha amistad y camaradería que mantuvo con el también poeta y periodista Mario Couceiro Bescos ("Marius") (1920-2003). Tuve el privilegio de conocer a ambos, particularmente a Mario Couceiro con el que coincidí en Ferrol Diario (1969-1981) y al que considero como un maestro. Poseían un rasgo común, el sentido del humor, con independencia -y esto ya es más anecdótico- de que los dos fueron cronistas oficiales. Paradela, durante su breve paso por el Ayuntamiento de Curtis (A Coruña) y Couceiro en Ferrol.

Por cierto, unos días antes del trágico percance que le costó la vida, A. Paradela publicaba en Ferrol Diario  una "Carta de un "Cronista vital" a un cronista oficial", que encabezaba así "Amigo y compañero: Te escribe entre serio y cachondo tu probado amigo el también Ilustrísimo Alvaro Paradela". Le recordaba que ambos tenían ese título y que él firmaba siempre como "Cronista vital", título "que me he dado yo a mi mismo". Añadía que nunca se había dedicado a escribir artículos de recuperación de la historia de Curtis "nada de fortalezas o "cidadelas", ni de batallitas...ni fastos"...Contaba asombrado, eso sí, la subvida  que me rodeaba y penetraba...Veladamente era yo un contestatario. Lucían años cénit de Don Francisco Franco"...Fui, claro, denunciado una, dos, tres veces. Se me abrió expediente..."
Concluye "mis honorarios eran o consistían en lo siguiente: papel, bolígrafos, sobres...Y el derecho, claro, de usar el más o menos burocrático título".

Mucho antes, en abril de 1965, Álvaro Paradela escribía "Conversaciones con Marius". De Couceiro Bescos decía: ""Marius", Mario Couceiro, poeta, periodista, profesor y otras "pes" (padrazo, profesión, perorante) es una clara cabeza. De las mejores cabezas que conozco de Ferrol. Perspicaz (otra pe), las caza al vuelo y sin fallo. Y es agudo y reidor y punzante: abiertamente despectivo a la española en lo que le repugna o estima mezquino o cursi. Me place "Marius" como amigo". En ese artículo relata una supuesta conversación entre ellos sobre los escritores que "entontecen" y "desentontecen" y en un momento de ese inventado diálogo Mario le pregunta a Álvaro cuáles creía que eran los que "desentontecen" y este responde: "El P. Feijóo, el más universal, el más grande. Contemporáneamente en ciertos aspectos, Vicente Risco y en otro plano W. Fernández Flórez. J. Camba y en otro plano, no mejor ni peor sino otro, Borobó, Francisco Pillado, Bocelo..." En ese momento de la conversación le interrumpe Couceiro para apostillar: "Te faltan dos, Álvaro...Te olvidas de dos" y Paradela le replica "¿crees tú que es lícito pecar de inmodestos?". Lo remediaremos así, yo te cito a ti...Y yo, Marius, a ti". Paradela termina "nos miramos...y nos dio simultáneamente tanta risa, tantísima risa, que semejábamos estar leyendo el "Quijote" por primera vez".

De la amistad y complicidad que caracterizaba la relación de ambos, con motivo de la presentación del libro "Diálogos con Álvaro Paradela. Ensaio, poesía e xornalismo", de mi autoría, editado por el Club de Prensa de Ferrol con la colaboración del Concello de Narón, acto al que invité, como no podía ser de otra manera, a Mario Couceiro, este me escribió una carta que decía:
"Amigo Man: He leído tu "Diálogos con Álvaro Paradela" de cabo a rabo. Luego de la lectura me sentí otra vez joven. Todo el mundo paradeliano de los años 70 volvió a mi repentinamente. Has hecho un trabajo hermoso y fiel de aquel tierno, inteligente escritor todo terreno, ágil ensayista, poeta, casi genial prosista. Tu libro ha resucitado a uno de los gallegos más altos que han dado el país, cuya estatura quedó semiolvidada oficialmente. Humanamente, su estatura pasaba de la raya normal. Era un hombre bueno y honrado a carta cabal. Quizá haya sido el mejor amigo que tuve nunca".


lunes, 11 de julio de 2016

En el 135 aniversario de una Escuela de Artes y Oficios, primera en Galicia, segunda de España

Foto del libro "Historia de la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol (1881-1930), del que son autores
Esperanza Piñeiro de San Miguel y Andrés Gómez, y en la que se ve a un grupo de alumnas del curso 1886-87
Contra el lagrimeo, el hipercriticismo, el quejido permanente que, no sin alguna razón, se nos atribuye a los ferrolanos y ferrolanas, conviene, si uno quiere como método de terapia, recrearse en aquellos hechos y figuras que dan o dieron relieve a nuestra tradición y acervo cultural. Hoy me fijaré en una iniciativa decimonónica que cosechó inmejorables resultados, la Escuela de Artes y Oficios, escuela libre fundada el 9 de diciembre de 1881 -estamos en el año del 135 aniversario- que luego se convirtió en la Escuela Elemental del Trabajo y más tarde en centro de FP. Fue la primera de Galicia de estas características y la segunda de España, después de la de Bilbao, de cuyo reglamento bebieron los impulsores del proyecto ferrolano.

Nació con un claro objetivo social, el de "proporcionar a los obreros, pobres, asilados, cabos, soldados y marineros de los institutos armados, instrucción gratuita en todas aquellas materias aplicables a los distintos oficios y artes que pudieran ser de utilidad para el trabajo inteligente en esta Factoría Naval y en los distintos talleres de la población", como reza una reseña publicada en Vida Gallega en la primera decena del pasado siglo XX.

El Correo Gallego de la época informa de que el 9 de diciembre de 1881 se reunió por primera vez la Junta de Administración bajo la presidencia de Linares Rivas, diputado provincial por Ferrol, y se nombraron las primeras comisiones. Por cierto, la de Enseñanza estaba presidida por el célebre historiador local José Montero Aróstegui.

Esperanza Piñeiro de San Miguel y Andrés Gómez Blanco, en el libro "Historia de la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol (1881-1930)" salido a la luz en diciembre de 1994, dan cuenta de los pilares financieros de la Escuela: "Anualmente, la Diputación concede 10.000 pesetas y el Ayuntamiento, 4.000 encargándose también de proporcionar el edificio". Andando el tiempo también contribuyó la Marina de Guerra.


(Del libro citado en la primera foto)
En principio, las enseñanzas, que eran gratuitas, solo se cobraba a las clases acomodadas, se limitaban a los varones, pero más tarde, 1885, se ampliaron a las mujeres obreras y pobres. El plan para varones  contemplaba enseñanzas gráficas, plásticas y teórico-prácticas. Para mujeres, enseñanzas gráficas, labores (bordados, corte y confección, encajes) y teórico-prácticas.

Pasaron por la Escuela de Artes y oficios personalidades tales como el arquitecto Ucha Piñeiro, el escritor Gonzalo Torrente Ballester, militares como los hermanos Franco Baamonde, pintores como Segura Torrella, González Collado, Imeldo Corral, Bello Piñeiro y entre las mujeres destacan Angeles Alvariño Saavedra, Pilar Franco, Mercedes Rubia Barcia y Fina Pena Casal, ceramista, casada con González Collado.

Entre los profesores, Ucha Piñeiro, arquitecto, Ramón de Arana y Andrés López Otero, (matemáticas) Santiago de la iglesia (Física y Química) y Vicente Díaz (dibujo).


La obra de Esperanza Piñeiro y Andrés Gómez publica estadística y anota que en total pasaron por la Escuela 7.367 hombres y 5.142 mujeres.