viernes, 24 de noviembre de 2017

El monte de Brión (Ferrol) llegó a denominarse, solo durante cinco meses, el "Monte de los Poetas"


 
La cumbre del monte de Brión mira a la vecina Coruña y al puerto exterior de Ferrol
Dando continuidad a un post que publiqué en mi blog en mayo de 2016 en el que mostraba mi sorpresa por el nombre de "Monte de los poetas", que nunca había oído citar, quedando entonces mi curiosidad insatisfecha, hoy ya estoy en condiciones de  complementar aquella información. Resulta que el monte de Brión, en el que también se conmemora todos los años la batalla de 1800 contra los ingleses, pasó a llamarse "Monte de los poetas", pero fue solo durante unos meses inmediatamente anteriores a la Guerra Civil. Una vez pronunciado el golpe militar contra la República nunca más se volvió a hablar del "Monte de los poetas", nada extraño, por otro lado, ya que en ese territorio se homenajeaba a poetas gallegos del siglo XIX y se realizaban excursiones cuyos participantes acababan entonando el himno gallego. Este tipo de episodios de matiz galleguista despertaban la sospecha de la dictadura y, como se sabe, eran  perseguidos.

Habiendo hecho un seguimiento fiel a la hemeroteca de "El Correo Gallego" y algún otro como "Vida Gallega",  "El Compostelano" y el "Pueblo Gallego", se desprende que el 9 de febrero de 1936 el monte de Brión pasó a llamarse el "Monte de los Poetas". La crónica que publicaba dos días después "El Correo Gallego" daba cuenta así:
"Anteayer se inauguraron en el grandioso monte de Brión los miradores naturales dedicados a Rosalía de Castro, Eduardo Pondal, Manuel Curros Enriquez, Francisco Añón, Valentín Lamas Carvajal, Manuel Leiras Pulpeiro, Benito Losada y Alberto Camino. Debajo de cada uno de los nombres, pintados con esmalte gris por el novel artista local Antonio Verdera Veiga, se ha colocado esta inscripción "Poeta de Galicia".

La iniciativa, que partía del grupo alpinista ferrolano "Abrente" arrancó con tal fuerza que se hablaba de la posibilidad de instalar un albergue para excursionistas ya que a partir de esa fecha comenzaron a desfilar organizadamente por los miradores numerosas personas, adultos y escolares. Es así que el 15 de marzo -debió de ser la primera- se llevó a cabo una excursión  en la que se dieron datos biográficos de los literatos allí homenajeados, se recitaron algunas de sus poesías  en tanto que Marujita Oseira, de "Abrente" pronunció este breve discurso:
"Las mujeres de "Abrente" vivimos en este instante unidas espiritualmente a los poetas gallegos del siglo XIX...Murieron ya los poetas que iluminaron un día las rutas del galleguismo, pero nosotras, las mujeres que vivimos en Galicia no olvidamos aquellas vida luminosas y la estela de poesía que dejaron al extinguirse. Por eso hemos venido ahora a este maravilloso "Monte de los Poetas" y por eso vendremos frecuentemente a contemplar los amados nombres colocados por el grupo alpinista "Abrente" en las rocas de esta montaña llena de encantos".

El 11 de junio visitó el "grandioso Monte de los Poetas" un grupo numeroso de alumnos de varios centros escolares de Brión y de El Penedo  que estuvieron acompañados por los maestros nacionales José Raindo Quintáns y Ricardo Espiñeira, respectivamente. Los alumnos leyeron poesías en los miradores y actuó el orfeón infantil de El Penedo, que cantó una alborada y todos remataron con el himno gallego.

El 14 de junio recogen las crónicas otra excursión, en este caso de las colectividades "Aire y Sol" y "Abrente". Los participantes embarcaron en Curuxeiras en el vapor Concepción Arenal con destino a la Graña para continuar a pie desde allí hasta la cumbre del "Monte de los Poetas". Se decía también que "pronto se inaugurará en este magnífico monte una fuente denominada "Pousadoiro", con excelente agua, regalo exquisito para los excursionistas" y todavía el 12 de julio, unos días antes del levantamiento militar, se registró otra excursión que acabó con bailes en los lugares de Martín y San Cristóbal.

Vemos, pues, como el cambio de nombre del tantas veces mencionado monte duró apenas unos cinco meses ya que no se tienen noticias de que tras la Guerra Civil continuasen estas "peregrinaciones" a los ocho miradores a los que se había bautizado con otros tantos nombres de poetas decimonónicos. Una iniciativa tan bonita como efímera. Ya recordaba en el anterior post en el que me hacía eco del homenaje a Antón Vilar Ponte, otra idea "Abrente", que este colectivo, formado fundamentalmente por mujeres y presidido  por "la señorita Paquita Blanco" se confesaba ajeno a toda tendencia política y era una agrupación que ni siquiera se había dotado de estatutos, que realizaba excursiones por toda Galicia. La sede estaba en la calle Dolores, número 57.

He preguntado a algunas personas mayores de Brión sobre este episodio y nadie tenía idea del llamado "Monte de los Poetas" y, por consiguiente, tampoco  del movimiento de excursiones y visitas que se generaron durante unos meses. Lamento no haber encontrado documentos gráficos de las actividades reseñadas.


martes, 14 de noviembre de 2017

Andrés Balsa, el "hércules galaico", un mugardés más allá de la épica

Andrés Balsa con su hijo
La Real Villa de Mugardos ha dado  diversos personajes para la historia. Tenemos al  audaz aviador Piñeiro, el gran nadador Abelardo López, el gran paisajista gallego, Felipe Bello Piñeiro, el profesor Santiago Montero Díaz y un hombre no tan conocido, pero que tiene una trayectoria de leyenda. Se trata de Andrés Balsa.
"Balsa, un boxeador yanqui que es gallego", así titulaba un periódico de Madrid del año 1928 refiriéndose a Andrés Balsa Antón, nacido en Mugardos el 11 de marzo de 1883. Era de origen humilde, medía 1,79 y pesaba 85 kilos. Se le conocía por su fortaleza física. Se le apodó el "bulldog gallego" y el "hércules galaico". Fue marino, boxeador, derribador de toros, masajista, entrenador, actor de cine, luchador de grecorramana...
 A los 12 años embarcó en el "María Larrinaga" y en un viaje que hizo a Nueva York, el primer oficial del buque, que admiraba sus dotes atléticas, le invitó a que bajase a tierra. En Broadway Street vieron un cartelón en el que un luchador retaba a un contrincante con el premio de 500 dólares. El primer oficial lo animó y 500 dólares al bolsillo. Tenía entonces 19 años. Dejó el barco y ya se entregó a la lucha libre alcanzando en el 1915 el cetro mundial en un torneo en el que participaban 36 luchadores y que se celebró en N.Y.
Aburrido de ganar en esta modalidad, decidió probar en el boxeo. Un boxeador de color, Kid Norfoll, fue su primer rival en el ring. Fue un combate a seis rounds que terminó nulo. El propio Kid, según confesó, lo animó a seguir en este deporte. Inmediatamente comenzó un peregrinaje enfrentándose a figuras de renombre con un balance importante de victorias. En uno de sus viajes a Méjico fue invitado a una novillada en la que se vio obligado a agarrar a uno de los toros por las astas llegando a dominarlo. Ahí nació su afición como derribador de toros, que también practicó. Durante cuatro años paseó sus valores atléticos por América latina.
Balsa en su papel de masajista
En 1911, los italianos se disponen a filmar "Quo Vadis", pero les faltaba un hombre que hiciera el papel de "Ursus", el esclavo, y Balsa por 5.000 dólares aceptó. 
En su vida ejerció de "trainer" de fútbol y así llegó a Vigo para dirigir el Celta en la temporada 1925-26, con unos magníficos resultados, con victorias en el Metropolitano, Mestalla, San Mamés, Las Corts...Luego, tras su paso por Palencia en donde puso en marcha un gimnasio, organizó veladas y otras actividades, se vendría como masajista al Deportivo. Pero a todo esto sin abandonar el boxeo ya que en esa etapa ganó el campeonato gallego de pesos pesados. Más tarde se fue a Madrid dedicándose a preparar boxeadores, futbolistas y a dar clases de cultura física. También optó a la "Medalla de España" de boxeo y aquí cuenta en una entrevista que le hizo el "Nuevo Mundo" que como no quería que "algunas gentes" le viesen combatiendo en el ring "me presenté enmascarado", con diez victorias y tres derrotas.

De 1931 a 1933 dirigió el Castellón y en el 1935 el Valencia. En la Guerra Civil, se quedó en zona republicana y siguió en el cuerpo técnico del Valencia hasta 1946, año en el que se le pierde la pista definitivamente. 
Como apunte anecdótico señalar que el Naval Club de Ferrol celebró una fiesta en su honor, a raíz de una señalada victoria en Londres, y Balsa correspondió regalándole a la entidad los guantes con los que peleó en dicha cita.
Agregar, finalmente, que su hijo Alberto Balsa Prieto (1927), llegó a militar en las filas del Racing de Ferrol en la temporada 1952-1953.